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Folio V.012

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La arquitectura en diálogo / FOLIO V.012

FOLIO ¿Cómo es el contexto de un despacho de arquitectura con oficio en Chihuahua?

Urbánika: Nuestra base de trabajo ha sido principalmente regional. Hacemos proyectos en su mayoría en el Estado de Chihuahua, es decir, bajo el contexto propio de las ciudades norteñas, desérticas, con condiciones particulares como el clima extremoso, la baja densidad y la cultura característica de una zona con mucha influencia norteamericana. Pero no somos arquitectos del norte. Nos define nuestra forma de pensar, no el lugar donde trabajamos. Tratamos de estar siempre en contacto con la academia, viajar, estudiar y revisar lo que ocurre en otras partes de México y el mundo.

 

F: Buena parte de sus proyectos son de carácter público. Pareciera que hay un compromiso con procurar tipologías de plazas y gimnasios. ¿Qué los atrae de un proyecto público?

U: En los últimos años hemos tenido la oportunidad de incursionar en proyectos públicos tanto de equipamiento como de espacio público, aunque hacemos también proyectos comerciales y habitacionales. Siempre hemos pensado que es necesario aportar a la ciudad parte de lo mucho o poco que sabemos en pos de contribuir a mejorar las condiciones de la ciudad. En esto también difiere de los encargos de vivienda unifamiliar. Hemos visto con impotencia que muchas veces no se realizan las mejores soluciones en la obra pública y se han perdido oportunidades valiosas para mejorar el ambiente arquitectónico y urbano. Pero más que buscar una tipología de proyectos que nos interesan, buscamos hacer proyectos de diversas tipologías. Es decir, nos gusta solucionar proyectos de diversas magnitudes tanto públicos como privados, apoyados cuando se requiere, por equipos multidisciplinarios. Sin embargo lo público siempre deja más satisfacciones porque sientes que sirve a más personas.

 

F: ¿Pueden hablar de la génesis del proyecto del gimnasio de box, y su ‘secuela’ formal, el Gimnasio Adaptado?

U: El gimnasio de Box vino primero. El IMPLAN de Chihuahua coordinó en ese momento con varios despachos de la ciudad una serie de proyectos basados en estudios de zonas de atención prioritaria. A estas zonas o colonias se propuso dotarlas con proyectos de equipamiento de cultura y deporte. En la colonia Riberas del Sacramento se practicaba ya el boxeo pero en las cocheras de las casas de los instructores o en centros comunitarios pero sin las adecuaciones necesarias. Nos invitaron a estudiar el caso y posibles zonas de acción. En un trabajo multidisciplinario se plantearon los lineamientos del gimnasio y contamos con la asesoría del boxeador olímpico Christian Bejarano (medalla de bronce en Sydney 2000) en el transcurso del diseño y en el diálogo con la CONADE, lo que lo hizo nutrido. El Instituto Municipal del Deporte vinculó con los instructores de Box. Fue así como dentro de los temas del Gimnasio propusimos extender el programa arquitectónico con una plaza de acceso y un local comercial. La plaza para generar una condición pública en un espacio intersticial. El gimnasio en horas en que se encuentra cerrado cuenta con un espacio exterior protegido por la cubierta; la plaza cuenta con aparatos de ejercicio al aire libre. Es un punto de reunión de la colonia, sumándole que se encuentra en uno de los accesos de la misma. El local se convierte en un incentivo para los entrenadores ya que trabajan sin recibir paga. Se puede generar un convenio donde ellos operan el local y pueden recibir un ingreso. Estos puntos no aparecían en los requerimientos originales pero nos parecieron medulares y fueron resultado de la investigación con dependencias municipales y actores del deporte local.

 El gimnasio de deporte adaptado es de alguna manera un hermano menor del de Box. Se realiza un tiempo después pero para el mismo cliente. Continuamos el trabajo con una metodología similar, sumándose en este caso la Red de asociaciones de personas con discapacidad y la dependencia Municipal de Atención Ciudadana.  

 

F: ¿Hablando de su despacho, procurar lo público ¿Funciona económicamente o significa sacrificar proyectos de otra índole?

U: No nos ha significado sacrificar otros proyectos. Sin embargo la dinámica de lo público es muy diferente a la de los proyectos privados; se juega con otras reglas y la rentabilidad disminuye. Hay plazos cortos, presupuestos muy ajustados. Pero creemos que es importante balancear la cantidad de proyectos para poder abarcar siempre ambos esquemas. La idea es siempre estar desarrollando algo, ya sea público o privado.

 

F: ¿Cómo conceptualizan un proyecto público? ¿Bajo qué parámetros comienzan la proyección del edificio?

U: Siempre es un proceso con un tinte de incertidumbre. Es una búsqueda constante por lo que hay siempre exploraciones, aunque es cierto que hay metodologías que se repiten. Todo parte siempre de un diálogo. No empezamos con croquis ni en la computadora si no hablando de lo que creemos que es el tema o la búsqueda del problema principal para encontrar una serie de estrategias. Abordamos los proyectos de forma diferente dependiendo del tema. En un proyecto público como los parques de barrio, el tema era ser eficiente con el presupuesto asignado y tratar de generar lo más que pudiéramos. Por eso la estrategia de generar módulos repetibles como los playgrounds de Aldo van Eyck, con otras características y a otra escala claro. Pero en la Cervecería Drive Inn - que no es público pero si colectivo- la estrategia fue otra, generar espacio para andar a pie y puntos de encuentro para el usuario, en un proyecto donde el denominador es el automóvil; ahí fue primero lo funcional y solucionando eso, lo formal se dio solo.

 

F: En uno de sus textos señalan:  “Otra falla de la práctica es separar en dos entidades el urbanismo y la arquitectura.” Si la arquitectura opera en un ambiente material,  ¿no debe ser el edificio construido, el resultado de herramientas como la escala? ¿No son acaso los fracasos urbanísticos, en parte, consecuencia de las carencias formativas de los arquitectos?

U: No creemos en una práctica donde solo se piensa hacer objetos arquitectónicos. Nos interesa una arquitectura con relación a su sitio, contexto y que sea consciente de su condición política. Las obras resueltas sin estos temas nos parece que carecen de una solución integral. No implica que creamos que el arquitecto es el director de la orquesta, lo contrario, es parte de un equipo y de un diálogo. Es complejo imaginar una práctica contemporánea de arquitectura sin un proceso colaborativo. No creemos que se deba rebasar o anular a urbanistas, sociólogos, ingenieros, constructores u otras profesiones. Pero la conciencia del papel político y urbano es fundamental; claro está, hay que apoyarse y trabajar en conjunto con especialistas cuando el caso así lo pida. Coincidimos con lo que mencionas, se trata de ser considerado y tener sentido común sobre la afectación de la arquitectura.

 

F: También señalan: “Se necesitan la una [urbanismo y arquitectura] a la otra para existir en plenitud.” ¿Dónde entran Falling Water, las villas palladianas o la capilla del hermano Klaus en esta sentencia?

U: Creemos que la arquitectura y el urbanismo en términos de proyecto son la misma cosa. Una edificación necesita de su contexto construido y viceversa, son partes del mismo tejido urbano. La plaza no se podría entender sin la arquitectura que la bordea. No siempre deberían ser cosas separadas. Cuando se habla de espacio, igual da si es espacio exterior que interior. Se deben resolver los problemas por igual. Tienen diferentes condicionantes, pero la constante es que hay que resolver algo; la topografía, el clima, el tráfico, la estructura, el agua pluvial, las vistas, las conexiones, etc. Es una cuestión de oficio. Sin llegar a creer que somos todólogos, que todo lo podemos y sin llegar a la máxima moderna “ dal cucchiaio alla citta”, pensamos que el diseño industrial, la arquitectura y el urbanismo son un problema de escalas y se podría intervenir en ellas por igual. Ahora, estamos hablando de diseño, de trabajar dentro de ciertos parámetros. En ambas es indispensable contar con un equipo multidisciplinario, que abonen a la solución en su campo de experiencia.

 

F: ¿Cuál diagnosticarían como el mal más grave que atañe al trabajo de arquitectos jóvenes como ustedes?

U: Por una parte, la juventud puede llegar a restar credibilidad. Es decir, te pueden tachar de inexperto, amateur o que no tienes el conocimiento necesario para intervenir en un determinado proyecto y se contrata a los “expertos” que en ocasiones son expertos pero de las relaciones públicas. Otro mal es que no exista el modelo de los concursos en proyectos públicos y las ideas frescas que rompen paradigmas posiblemente no ven la luz porque quizá haya despachos pequeños que no tienen la infraestructura para hacer un proyecto grande o no cumplen con los requisitos administrativos que exige el gobierno para poder ejercer en el ámbito de los proyectos públicos. Lo bueno es que hay mucho por hacer y que todo lo anterior puede cambiar.



"El diseño industrial, la arquitectura y el urbanismo comparten la problemática de la escala, y puede intervenirse en ellos por igual"

"No creemos en una práctica donde solo se piensa hacer objetos arquitectónicos. Nos interesa una arquitectura con relación a su sitio, contexto y que sea consciente de su condición política"